Este jueves apenas pasadas las 13 horas en Argentina, la fumata blanca se hizo presente en el Vaticano desde la chimenea instalada en el tejado de la Capilla Sixtina. Con esta señal se anunció que los 133 cardenales encerrados en su interior lograron escoger al sucesor del papa Francisco en el segundo día del cónclave.
En exclusivo por la Nueva Nueve, Padre Axel Arguichona, quien se encuentra al frente de la parroquia Nuestra Señora de Belén se refirió a la elección del Robert Prevost como sucesor de Francisco.
León XIV, sacerdote agustino de larga trayectoria pastoral y fuerte impronta social, fue elegido en un cónclave breve que, según el Padre Axel, reflejó "un consenso muy claro" entre los cardenales.
A pesar de no figurar entre los primeros "papables", el nuevo Papa impactó positivamente por su historia de vida y su cercanía con los más vulnerables, "es un hombre que tiene kilómetros recorridos en la Universidad de la Vida" aseguró Axel, y recordó especialmente su paso como obispo en una zona periférica del Perú, donde vivió "el dolor de la gente en momentos muy difíciles".
Su formación agustiniana marca fuertemente su perfil, en este sentido Arguichona explicó que "los agustinos tienen como centro a San Agustín. Son hombres de vida comunitaria, de misión y de anuncio constante del Evangelio".
La continuidad con Francisco es clara. León XIV fue nombrado cardenal por él hace menos de dos años y luego designado al frente del Dicasterio para los Obispos, "no es un improvisado, tiene mucha calle, muchos estudios y mucha humildad" destacó.
Uno de los aspectos más simbólicos de su elección fue el nombre: León, que remite a León XIII, el Papa de la encíclica Rerum Novarum, piedra angular de la doctrina social de la Iglesia. Para Axel, no es casual: "En una era donde la inteligencia artificial genera mucho resquemor para el mundo del trabajo, elegir ese nombre es un gesto fuerte".
Sobre este punto, insistió: "La persona tiene que seguir siendo el centro de la economía y del trabajo. Ni la inteligencia artificial ni las máquinas pueden reemplazar a un ser humano".
Con 69 años, León XIV es un Papa joven, activo y amante del contacto directo con la gente. En su primer discurso, dejó un mensaje esperanzador: "No tenemos que tener miedo, el mal se vence a fuerza de Dios. Con Dios todo es posible".